Fragmentos del Ser >>> símbolos, indicios, iconos, signos, metáforas, la nada, el todo, el tiempo, el espacio, la existencia.

Ver y saber

2/29/2008 05:02:00 p. m. / Comments (0) / by H.d.H.

Impotens impotentis

2/27/2008 11:04:00 p. m. / Comments (1) / by H.d.H.

Me molesta. Me hincha. Me rompe las bolas que lo haga. ¿Por qué? No lo aguanto. ¡Basta! ¿Quién se cree? ¡Así no! ¿Para qué vine? ¿Sigo? ¿Le digo algo? ¿La puenteo? ¡grrrrrrrrr.......!

Ideas gratis

2/27/2008 11:44:00 a. m. / Comments (2) / by H.d.H.

Ya hay libros de cuentos para leer en el subte y colectivo. Entonces, ¿para cuándo un libro para leer en el baño? La revista "Muerta" aburre.

gusto

2/25/2008 10:31:00 a. m. / Comments (3) / by H.d.H.

Los olores y gustos de las cosas no son siempre los mismos. Varían según el lugar, primordialmente. Así un pan con queso o un café con leche tiene un gusto en tu casa y un gusto en otra casa. No es ni mejor ni peor. Es, simplemente, diferente; un signo más de que tu casa no es el mundo y el mundo no está únicamente en tu casa.

¿Yes or no?

2/25/2008 10:29:00 a. m. / Comments (0) / by H.d.H.

Cada vez que llega la Noche de los Oscars recuerdo por qué amo tanto la opción de SAP de mi televisor.

lujo

2/24/2008 07:18:00 p. m. / Comments (2) / by H.d.H.

El lujo puede ser ostentación, opulencia, derroche. Pero también a veces es cuidado en los detalles. Porque el lujo no consiste sólo en "tener plata": te podés topar con él cuando querés hacer una pausa de tu trabajo e ingresás a un clásico bar inglés por la calle Sarmiento. El silencio, el orden, la sensación de tradición que vuela por el aire, el cuidado en los modos de lo mozo, se combinan para ofrecerte una experiencia distinta, que pensabas se había extinguido ya hace mucho tiempo.

El punto f

2/22/2008 12:53:00 a. m. / Comments (0) / by H.d.H.

Esto es un texto bastante volado que escribí hace unos años (juro que no tomé nada para inspirarme) y que cruza cierta veta profesional con lo personal (cual es cual, siempre será un misterio). Me lo acabo de topar, como cuando uno encuentra una foto enterrada en una montaña de papeles y se queda congelado mirándola por varios segundos. Lo subo acá solo para no perderlo.

El futuro no tiene nombre ni apellido. No se sienta porque no tiene rodillas y no se para porque le faltan ligamentos. No come pizzas de alcauciles, tortas de banana, ravioles con salsa blanca ni milanesas con puré, porque no tiene boca, dientes, lengua ni saliva. Tampoco toma todos los días el colectivo 160, el 126, y ni siquiera la línea E de subte.
El futuro no respira, no corre, no transpira, no se enferma, no habla por teléfono, no toma azúcar (ni siquiera en cubitos).
Sin embargo, vive en la Luna, almuerza con extraterrestres y su pecado favorito es la euforia. Siempre lo llaman, lo evocan, lo prometen y lo sueñan, aunque haya algunos que lo nieguen, lo pisen y lo arruinen. La nostalgia es su némesis, y la profecía, su aliada. Y el crack del presente su padre no reconocido.
Desde su Big-Bang, la literatura lo secuestró y no pidió rescate. Nadie sabe cómo, pero la primera bomba atómica y la inevitabilidad de la marea de la Guerra Fría hicieron que de a poco se desvaneciera. Pero por suerte, como todo, todo pasa, y en los plateados ochenta fue nuevamente inflado y coqueteado. No estaba muy lejos. Simplemente estaba.
Era inevitable: autos que hablaban, lagartos alienígenas que mostraban al mundo su verdadero ser arrancándose la piel, un primer oficial con orejas puntiagudas en una nave “Empresa”, un maestro jedi con aires de rana, dos robots histéricos, ufólogos enamorados, federaciones interplanetarias y varias guerras galácticas volvieron a abrir un paisaje sin sustancia pero latente.
Al futuro, el realismo lo esquiva, el punk lo ataca, la ciencia ficción lo adora, el apocalipsis lo clausura y la religión le teme. Los tarotistas dicen ultrajar sus secretos íntimos, pero lo único que hacen es ver los deseos del cliente reflejados. Y aun así, el futuro exige que le crean.
En sus libros, Dick, Ballard, Clarke, Asimov, Verne y Wells se jactan de haberlo secado. Hasta le han dado un nombre a tal deporte: futurismo. ¡Pobres mortales! ¿Acaso no les informaron que al futuro le quedan chicos los “ismos”? Eso será común entre marxistas, surrealistas e idealistas. Pero no para el futuro.
El futuro, que emula el fluir de las películas, en las que el happy ending prologa la partida, se las arregla para vivir de impulsos frenéticos, de ecos agónicos y fantasías electrónicas. Todo tiene que ver con él; todos lo conocen, lean o no este suplemento.
Acorralado por cuatro números (2000), el futuro –provocador de vértigo y arcadas de entusiasmo– se pensó vencido. Lo ayudó el genoma, los clones, los problemas matemáticos sin solución, las vacunas a inventar, los planetas a visitar, los objetos a descubrir, los anhelos de madres, padres, abuelas y tíos.
Seamos pacientes. El futuro no es todavía.

Piña

2/20/2008 11:29:00 p. m. / Comments (0) / by H.d.H.

Existen ciertas personas que, vaya a saber uno por qué, te gritan cuando les tendés una mano. Te tratan mal cuando vos las tratás bien. Te basurean cuando vos le brindabas un espacio. Ante esa situación incómoda, lo primero que te invade la mente es una pregunta: ¿qué le hice yo para que me tratara así? ¿Fui maleducado? No ¿fui irrespetuoso? Tampoco. Después, se adueña de vos cierto odio, rencor, más concretamente, furia: "conchuda-la-puta-que-te-parió-yo-qué-te-hice?-te-voy -a-hundir-a-mi-no-me-tratan-así!-ya-vas-a-ver!". El tercer paso oscila entre la lástima y la resignación: "hay personas que son así", te dicen tranquilizándote. Pero no, no lo entendés y volvés a tu estado furioso, buscando, entre todas las posibilidades posibles que cruzan tu cabeza, la manera más rápida y dolorosa de devolver la piña.

La ciudad oculta

2/20/2008 08:03:00 p. m. / Comments (0) / by H.d.H.

La ciudad oculta su propio mobiliario. Lo hace invisible al ojo de aquel que recorre a diario sus calles, avenidas y pasajes secretos. Sólo la mirada en fuga, aquella que uno lanza para evitar toparse con el caos de autos y motos, y sólo ella vuelve invisible lo borrado. Por eso, advertir los cables que cuelgan de edificio a edificio puede parecer un verdadero descubrimiento. Como si fuera una telaraña, la ciudad está también en cada uno de esos cables. Y la imagen que proyecta no podría ser más distintiva: una ciudad --entera y caótica-- conectada no solamente por Internet sino por esos cables que vaya a saber uno qué conducen o si siquiera siguen funcionando.

Los tres ingredientes de "lo nuevo"

2/18/2008 08:54:00 p. m. / Comments (2) / by H.d.H.

Cuando empieza un lugar (un trabajo, un medio, una empresa), lo que primero sobresale es lo nuevo, que, como tal, tiene un olor particular: escritorios recién armados, computadoras 0km, sillas en las que nadie se sentó, teléfonos sin un rasguño, y más. Lo segundo que se distinguen son las caras: rostros extraños que con los días se vuelven menos extraños (aunque siguen siendo extraños). ¿Quiénes son? ¿Cómo se llaman? ¿Son buenos/malos/aburridos/geniales/pelotudos/ratas/copados? Con el tiempo comienza a darse una clasificación. Obvio que algunos quedarán como inclasificables. Y el tercer ingrediente sos vos: tu relación con esas cosas, tu vínculo con las personas, tu adaptación, que tarda y que deseas que se acelere para dejar de considerar lo que te rodea --cosas y personas-- como un conjunto de extraños.

"negri"

2/15/2008 11:00:00 a. m. / Comments (0) / by H.d.H.

--¡Hola! ¿Prensa del Conicet?
--Sí. ¿Cómo te va HDH? ¿Todo bien?
--Ajá. Vos volviste de las vacaciones, ¿no?
--Sí, re chocha!
--Te molesto porque querría contactarme con los institutos del interior.
--...
--Sí, para ver cómo es la ciencia fuera de BsAs.
--Uuuh! No sabés. Ni nosotros lo sabemos. No tenemos ningún contacto.
--¡cómo!??
--Si, negri, una lástima. Te dejo. Besitos!
--¡!!!

La cámara asesina

2/14/2008 10:33:00 p. m. / Comments (0) / by H.d.H.

Hay una razón por la cual un periodista elige la gráfica y no la televisión: porque frente a una cámara tiembla. No de miedo sino más bien movido por la duda. El que escribe tiene de alguna manera tiempo para pensar lo que pone en sus notas. Y cuando los medios lo empujan a exponer su cuerpo frente a una lente, el periodista, ya sea por costumbre o porque no tiene otro método a mano, desenfunda las mismas técnicas con las que realiza su trabajo. El resultado es evidente; no sabe bien dónde mirar, tartamudea, repite cosas, no maneja tiempos, no es chispeante y aburre. La culpa --la vergüenza, el error--, por lo tanto, no es del pobre martillador de teclas. Es más bien de quien piensa que es una buena idea convertir en minutos nomás a alguien que se esconde detrás de sus textos en un muñequito tonto de tv.

movimiento perpetuo

2/13/2008 10:03:00 a. m. / Comments (3) / by H.d.H.

Te despertás. Te vestís. Desayunas (¿desayunás?) apresuradamente. Salís. Esperás el subte. Entrás al subte. Sos una sardina. Salís. Respirás. Caminás. ¡El sol! ¡Qué calor! Seguís caminando. Esquivás. Respirás. Humo. (¿Respirás?). Llegás. ¡Hola! Te sentás. Prendés la computadora. Google. Gmail. Hotmail. Correo nuevo. Leés. Escribís. Editpad. Teléfono. Almuerzo. Baño. Agua. Escribís. Apagás la computadora. ¡Chau! Salís. Caminás. Subte. Caminás. Casa. Comés. Lees. Pelotudeás. Dormir...Te despertás....

7down

2/13/2008 10:02:00 a. m. / Comments (3) / by H.d.H.

¿A nadie más le pareció la última publicidad de 7UP una reverenda bosta? (la del chabón en el escenario que canta para el ojete)

Lo que se escucha en un gimnasio

2/12/2008 08:09:00 p. m. / Comments (1) / by H.d.H.

--¿Qué somos?-- le dice el personal trainer.
--¡Dogos!-- responde obedientemente el entrenado.
--Recordálo siempre. ¡Y nos cojemos a todo el mundo!

¿

2/08/2008 12:10:00 a. m. / Comments (3) / by H.d.H.

Nada sirve de nada.

Oxígeno.

2/04/2008 11:55:00 p. m. / Comments (2) / by H.d.H.

Hay un momento en el día en el que necesitás imperiosamente estar solo: no basta con las horas de sueño, ni con los 50 min de psicólogo ni con las horas de gimnasio o pileta durante las cuales no hablás con nadie. Es un requisito más íntimo, más urgente: simplemente desconectarte de todo y de todos, sentir que nadie te mira, que nadie espera de vos nada, que nadie quiere algo de vos. Es un momento de oxígeno en el que todo pensamiento y comportamiento automático se pone en pausa y se cuestiona, se lo da vuelta y se lo examina. Es como de repente estar caminando con miles de personas a tu lado y encontrar un baño y refugiarte por unos minutos en un cubículo. Lo único que hay a tu alrededor son paredes. Y adentro estás vos. Nadie más. Por un minuto lo crees: sos vos y el mundo. Sos vos.

Minimal

2/04/2008 11:48:00 p. m. / Comments (2) / by H.d.H.

* Todos se lo preguntan: ¿qué le pasó en la cabeza a Martiniano Molina?
* Basta de la mentira de Valeria Mazza y su columna en la revista "muerta".
* En la revista de la nación mataron la mejor sección: la historieta de Flopi.
* Godzilla + The Blair Witch Project = Cloverfield (igualmente, muy buena)
* El ego de ciertos periodistas no tiene límite.
* Su estupidez tampoco.
* Lost se fue al carajo.
* Cada cara que se ve en el subte a las 9 de la mañana amerita un relato propio.