Love story

Uno se puede enamorar de una mujer, de un hombre, de un perro, de un gato. Y también de una remera, un pantalón, unas zapatillas: no serán exaaaaaaactamente los mismos sentimientos pero no se puede negar que hay algo entre uno y SU ropa. Si no fuese así uno no se enojaría si una mañana antes de salir a laburar encuentra lo más pancho a su hermano usando justo esa remera, "la" favorita, la que te queda perfecta y te realza todas tus bellezas imaginarias. Eso es lo que yo llamo infidelidad textil, algo así como ver a una ex novia con otro, con un amigo, adaptándose o mejor, mimetizándose con él. Uno puede tener cientos de remeras pero siempre, siempre, hay UNA que es la mejor, la que te da seguridad/confianza/comodidad. Pasa también con un buzo , con un pantalón. Y ni que hablar si todas esas prendas se combinan y armoniosamente quedan bien las unas con las otras: el equipo perfecto, el traje, el uniforme con el que uno querría salir siempre a la vida, aunque lamentablemente no se puedea pues siempre habrá alguien que te mire raro, pensando "este sucio no se cambia nunca de ropa". No querido: simplemente ocurre que estoy enamorado.