Preparación

Estamos en verano (aunque aún no comenzó el verano) y la gente se prepara. Para qué nadie sabe, pero se prepara igual: mujeres y hombres inseguros colman los vestuarios hacinados de los gimnasios. ¿Para qué? No saben, pero lo hacen. Llegan vestidos de oficinistas y juegan a ser deportistas. Se miran al espejo y ponen cara de concentración. Se mueven. Van de acá para allá. Repiten con máquinas y como máquinas los mismos movimientos. Arriba, abajo y arriba de nuevo. Se bañan y se van. Y vuelven. Pero un día no vuelven más. Los musculosos quedan. Pero siempre insatisfechos. Llega el verano (aunque no comenzó el verano) y ellos también se preparan. No pueden ser menos: toman o se inyectan estano, testosterona y toman más creatina, para explotar, inflándose como globos. Se miran al espejo e insatisfechos siguen. Más y más. Hasta explotar. No les preocupa. Llega el otoño. Y otra vez comienza todo de nuevo.