Twilight Zone

Hay frases que se cristalizan en el lenguaje y las repetís sin pensarlas mucho. Pero una vez que te detenés, ponés el freno en la cinta automática que impulsa las repeticiones y las observás detenidamente como si fueran una muestra de sangre bajo un microscopio, justo ahí advertís las capas de significados que se escapan, que rebalsan las palabras. Así sucede con el "buenas noches", "que duermas bien", "hasta mañana" y demás saludos que se vociferan a diario, en todas partes del mundo. ¿Pero que hay detrás de ellos? Si los mirás bien, se puede notar una especie de despedida, bien parecida a las despedidas de los viajes. Y como todo el mundo sabe, para que haya un viaje debe haber un camino, una distancia (física o perceptiva, desde luego). También, muy por debajo de las palabras hay cierto olor a "tal vez no vuelva, así que adiós" o también un "te veo del otro lado". El sueño es ese río, ese camino, esa zona oscura (una twilight zone) por la que todos atravesamos pero de la que no estamos 100% seguros que al otro día vayamos a cruzar.