t veo

Una invitación de un amigo, una fiesta, muchos lookeados, mucho vodka, muchas pizzetas, bandas, mucho mucho. Definitivamente, entre el común de la gente y las luminarias del arte se encuentra una franja difusa de individuos/personajes a los que desproporcionadamente los interpelan como "famosos". Y no es una esencia, sino más bien una apariencia: el "famoso" existe en tanto es visto por un otro, con esa mirada que pendula entre el "¿es o no es?" y el "es". Sin famosos no existiría el VIP y el VIP no existiría sin famosos. De ahí que los sectores VIPs no sean lugares ocultos, sino más bien todo lo contrario, abiertos, exhibibles, para ver desde afuera a los que gozan desde dentro. La cuestión es : ¿gozan o creen que gozan en su corralito?