¿Hay algo más inverosímil que los musicales? Les duele la panza y cantan. Sueñan con una vaca lechera y cantan. Los golpean y... cantan. Y para colmo --¡o barbaridad!-- no riman: las canciones no pegan y parece cualquier cosa. Pese a eso, la experiencia de ir a ver un musical como Rent no está mal si se abre un poco el panorama y se considera la salida entera como una experiencia. La compañía, el ir a comprar la entrada, el vestirse (nota mental: escribir otra entrada sobre cómo la gente va vestida a los musicales), los compañeros de butaca (al costado, adelante o los de atrás, sí, ¡miembros de un club de fans!), el oxígeno que da el intervalo, el tedio mezclado con la sorpresa, el final, la salida, la comida, el regreso.
Los musicales explotan una idea no muy consensuada (que desde Hijo del Hijo no compartimos): que la música cura al mundo. Si fuera así, un nuevo ejército se levantaría: el de los seguidores y participantes de "American Idol" o "cantando por un sueño" con sus voces como armas. Gracias a dios que no se les ocurrió. Todavía.
Fragmentos del Ser >>> símbolos, indicios, iconos, signos, metáforas, la nada, el todo, el tiempo, el espacio, la existencia.
La voz como pistola
3/30/2008 01:51:00 p. m. / Comments (2) / by H.d.H.
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2 gritos:
No soporto los musicales. Solo Annie.
al fin alguien más!!! bien ahí, chocá esos 5
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